lunes, 12 de octubre de 2009

San Rafael Arnáiz, el santo de San Isidro de Dueñas.

Benedicto XVI destaca al Hermano Rafael como ejemplo para la juventud.
Durante el acto de la Canonización, Benedicto XVI propuso al Hermano Rafael Arnáiz como ejemplo de todos los jóvenes, tal y como ya lo había hecho Juan Pablo II años atrás, con ocasión de su beatificación en 1992 y subrayó que nunca estuvo apegado a los bienes materiales. «Con su ejemplo y con sus obras, nos sigue ofreciendo un recorrido atractivo, especialmente para los jóvenes que no se conforman con poco, sino que aspiran a la plena verdad, a la más indecible alegría» las cuales, «se alcanzan por el amor de Dios», resaltó el Papa en referencia a este Santo trapense.
Jose Ignacio Munilla, Obispo de Palencia:
“La gente está gozosa de tener este referente moral que se llama San Rafael Arnáiz”
El rector del Seminario Mayor de Palencia, Raúl Muelas Jiménez:
"Hoy ha sonado en la boca del Papa Benedicto el nombre de San Isidro de Dueñas. ¡Bendita Trapa!. Somos una Diócesis con suerte porque tenemos este lugar de oración que ha dado frutos de santidad como el de San Rafael y el de otros monjes que quizá nunca sean canonizados pero que también han cumplido con fidelidad la voluntad de Dios, haciendo de su existencia una ofrenda de amor”.
Todos los catellanos leoneses tenemos que estar orgullosos porque tenemos un compaisano en el cielo que intercede por nosotros. Podemos visitar sus restos en la capilla a él dedicada en la Trapa de San Isidro de Dueñas, lugar de paz y de oración.

2 comentarios:

  1. Me parece estupendo que los jóvenes y todas las personas tengamos como modelo al hermano Rafael para imitarle en sus virtudes:

    - Una de las grandes enseñanzas de la vida del Hermano Rafael es ésta: la santidad no debe de confundirse con el perfeccionismo. Este último, el perfeccionismo, se caracteriza por centrar todos los esfuerzos en la materialidad de nuestras obras, de forma que las podamos culminar correctamente, sin error ni fallo alguno… Sin embargo, la santidad no consiste tanto en la perfección material, cuanto en la aceptación y en el ofrecimiento, por amor de Dios, de nuestros esfuerzos y de nuestros pequeños “logros”, así como de nuestras limitaciones y errores.

    En sus escritos podemos leer y reflexionar, un pasaje muy significativo, en el que el Hermano Rafael nos abre su alma:
    “Había una vez un «tonto de circo» que cada vez que entraba en la «pista» se caía…, iba de aquí para allá, arrastrando sus enormes zapatos y con grandes esfuerzos lograba arreglar la esquina de la alfombra. Cuando ya creía que estaba bien, tropezaba en ella…, la volvía a arrugar y se caía…; sudaba…; su trabajo consistía en sacar una silla… Para ello se remangaba, se secaba el sudor de la frente con un enorme pañuelo, y como si arrastrara un enorme peso, sacaba a la pista la silla y, por último, se sentaba en ella. Todos se reían de él al ver lo orgulloso que se retiraba, creyendo que había ayudado a los demás a preparar los aparatos, alfombras y demás enseres que los artistas necesitaban para su trabajo. Yo conozco a un trapense que en la Trapa hace igual que el «tonto del circo», toda su actuación se reduce a un «hacer que hacemos», arrastrando los pies y secándose el sudor. Este pobre hombre hace reír a los ángeles que contemplan desde el cielo el espectáculo del mundo y, aunque no hace los arriesgados trabajos de los demás artistas, ni da «saltos mortales», ni ejercicios de fuerza, o «volteretas en el trapecio»…, ¿qué más da? ¡Si no sabe más que desarrugar las alfombras y con ello se gana los aplausos de los ángeles!…”.

    - Otro aspecto muy característico de la espiritualidad del Hermano Rafael, es su sentido del humor, vivido incluso en momentos trágicos de su vida, como expresión de una admirable confianza y abandono en las manos del “sólo Dios”. La experiencia de Rafael nos enseña que cuando nos empapamos del amor infinito de Dios, entonces somos capaces de reírnos de nuestros agobios, de nuestras preocupaciones y, en definitiva, de nuestro propio “yo”, que tanto nos ocupa y nos preocupa.

    ResponderEliminar
  2. He visto publicado un comentario a la noticia de la canonización de Rafael Arnáiz. El del “tonto del circo”. Siempre que leía esta especie de cuento en los escritos del Hermano Rafael me llamaba la atención y me hacía reflexionar sobre mi vida. La última vez que lo leí fue hace unos días, el 2 de octubre, en un artículo publicado por Monseñor Munilla, obispo de Palencia, en un blog bastante conocido. Me alegré muchísimo porque veo que hay otras personas que como yo aprecian estas cosas.
    De paso quiero decir que me gusta este blog donde podemos disfrutar de buenas noticias. Lo de ledietino me imagino que se refiere a la monjita que tenéis en la web, la fundadora del Cole.

    ResponderEliminar